martes, 11 de enero de 2011
lunes, 10 de enero de 2011
domingo, 9 de enero de 2011
dialogo de culturas
Una educación intertranscultural procede con intencionalidad pedagógica y política. En nombre del diálogo o de la aproximación entre las diferencias y las semejanzas, se intenta sobrepasar posicionamientos fundamentalistas y negadores de los derechos, de la libertad y de la emancipación de las personas
sábado, 8 de enero de 2011
educar en valores
Hablar de una intervención intercultural pasa por un principio fundamental: entender que otras culturas y otras etnias están a la misma altura que la nuestra, tienen el mismo valor que la predominante y disponen de una riqueza, al menos, tan relevante como la nuestra. Entonces, no se trata de integrar su cultura en la nuestra, sino de estudiar, integrar, valorar… las diferentes culturas desde la misma perspectiva, desde la misma posición de poder. Por ejemplo, cuando llega un alumno de Senegal a nuestra clase no se trata de que olvide su cultura, sus costumbres… y se integre en nuestra cultura, el objetivo intercultural sería integrarlo en nuestra sociedad sin olvidar sus raíces y, sobre todo, valorando en todos sus términos su cultura.
multiculturalidad en las aulas
Las diferentes capacidades que muestran los alumnos en clase, su distinta procedencia cultural y sus dispares condiciones físicas son algunas de las piezas que complican la tarea de los maestros. Un proyecto europeo sobre interculturalidad trata de encontrar las claves para tratar estas situaciones.
La diversidad en las aulas es, de todas las dificultades, quizá la mayor que encuentran maestros y profesores en su trabajo diario. Cómo organizar una clase en la que hay niños de diferentes culturas, edades, capacidades físicas e intelectuales no es tarea sencilla. En solucionar este extremo se afanan pedagogos de todo el mundo que ensayan experiencias aisladas de irregulares resultados.
Un nuevo proyecto europeo que comparten tres universidades - las de Sevilla, Lieja (Bélgica) y Siena (Italia) - trata ahora de encontrar claves que puedan servir de referencia a todos los docentes de los países europeos que tengan que afrontar este tipo de situaciones. Financiado por la UE a través del programa Sócrates Comenius, el proyecto pretende orientar a los futuros maestros sobre este asunto mediante unas clases prácticas y teóricas. Para ello se cuenta con expertos universitarios y especialistas de varias ONG; estas últimas han sido las promotoras de la experiencia. El trabajo comenzó hace dos años. Entonces se hicieron encuestas en las universidades para ir perfilando con detalle el problema y recopilar experiencias previas
La diversidad en las aulas es, de todas las dificultades, quizá la mayor que encuentran maestros y profesores en su trabajo diario. Cómo organizar una clase en la que hay niños de diferentes culturas, edades, capacidades físicas e intelectuales no es tarea sencilla. En solucionar este extremo se afanan pedagogos de todo el mundo que ensayan experiencias aisladas de irregulares resultados.
Un nuevo proyecto europeo que comparten tres universidades - las de Sevilla, Lieja (Bélgica) y Siena (Italia) - trata ahora de encontrar claves que puedan servir de referencia a todos los docentes de los países europeos que tengan que afrontar este tipo de situaciones. Financiado por la UE a través del programa Sócrates Comenius, el proyecto pretende orientar a los futuros maestros sobre este asunto mediante unas clases prácticas y teóricas. Para ello se cuenta con expertos universitarios y especialistas de varias ONG; estas últimas han sido las promotoras de la experiencia. El trabajo comenzó hace dos años. Entonces se hicieron encuestas en las universidades para ir perfilando con detalle el problema y recopilar experiencias previas
jueves, 6 de enero de 2011
El reto de las identidades
I. Globalización y postmodernidad: la irrupción de lo cultural en lo político y el reclamo de la diferencia(1)
Los discursos de la modernidad y el desarrollo lograron generar un orden y un imaginario centrado en conceptos como los de Estado-Nación, territorio e identidad nacional. Hoy estos conceptos se ven minados por afuera y por debajo: de una parte la globalización económica y cultural borra las fronteras nacionales y las identidades asociadas a ellas, mientras la diferenciación sociocultural cobra más visibilidad y voz dentro de las propias sociedades nacionales. La relación establecida entre cultura y política queda radicalmente cuestionada en la medida que el Estado-Nación pierde su carácter de unidad político-cultural y tiende a restringirse al carácter de una unidad político-institucional, con funciones regulatorias en el campo de la economía y de los conflictos entre actores sociales.
La cultura se politiza en la medida que la producción de sentido, las imágenes, los símbolos, íconos, conocimientos, unidades informativas, modas y sensibilidades, tienden a imponerse según cuáles sean los actores hegemónicos en los medios que difunden todos estos elementos. La asimetría entre emisores y receptores en el intercambio simbólico se convierte en un problema político, de lucha por ocupar espacios de emisión/recepción, por constituirse en interlocutor visible y en voz audible. Mientras avanza, a escala global, un statu quo que racionaliza económicamente por el lado del capitalismo, y políticamente por el lado de las democracias formales, adquiere mayor conflictividad el ámbito de la cultura y la identidad. ¿Quién hace circular los signos y las sensibilidades, quién impone su interpretación a los hechos, quién recicla la basura mediática para convertirla en señal de identidad colectiva?
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